Es un honor recibirles en esta mansión que no solo guarda una historia, sino también un alma. Mansión Papilio es una joya arquitectónica con más de cien años de antigüedad, protegida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia por su valor patrimonial. A lo largo del tiempo, se ha trabajado con dedicación y respeto para conservar cada uno de sus elementos: desde los pisos de madera originales y mármoles centenarios, hasta la herrería forjada a mano y la colección de piezas antiguas que habitan sus salones.
La mansión fue construida por una familia francesa que, al emigrar a México, quiso traer consigo un pedazo de su tierra. Para ello, contrataron a un arquitecto de su país, quien diseñó esta elegante residencia como un homenaje a la arquitectura francesa de la época.
Con los años, la historia tomó un giro romántico. Se dice que la mansión fue habitada por Enrique Papilio, un hombre profundamente enamorado de una mujer a quien nunca se atrevió a confesar su amor. De ese amor silenciado nació el “Árbol de las Llaves”, un ritual que honra el valor de expresar lo que sentimos, para que ningún amor quede en el silencio. Les invitamos a conocer más sobre este ritual durante su estancia.
Hoy, Enrique Papilio II, su anfitrión, les da la más cálida bienvenida. Está encantado de abrirles las puertas de esta mansión y compartir con ustedes el trabajo de años dedicado a su restauración y conservación, para que puedan vivir aquí no solo una estancia, sino una experiencia.
Mansión Papilio también es hogar de majestuosos pavos reales, un simpático gato llamado Picasso —que llegó herido y terminó por adoptarnos— y una tortuga gigante, cuyo andar tranquilo y mirada sabia la han convertido, sin duda, en la verdadera cronista silenciosa de la mansión.
Con más de medio siglo a cuestas, nuestra tortuga ha presenciado las dos generaciones de la familia Papilio: desde las caminatas reflexivas de Enrique Papilio entre los jardines, hasta las noches en vela de Enrique Papilio II supervisando la restauración. Nadie sabe cuántos amores ha visto pasar (ni cuántos intentos de fuga ha frustrado a paso lento pero firme). Pero ahí está, todos los días, como una guardiana estoica de las historias que aquí se han vivido… y de las que aún están por escribirse.
Mansión Papilio ha sido el escenario elegido por producciones tanto nacionales como internacionales para la filmación de películas, series, comerciales y reportajes de prestigiosas revistas. Entre estas destacadas producciones se encuentra Vogue, Más sabe el diablo por viejo que por diablo, Cuando el viento tiene miedo, La casa de las Aparicio, Amores Verdaderos, El Dragón 2, El juego de las llaves, Trust, Casi el paraíso, éstas producciones han encontrado en Mansión Papilio el ambiente perfecto para dar vida a sus visiones más inspiradoras y sofisticadas. Es un honor para nosotros haber sido elegidos como telón de fondo para estas creaciones artísticas, donde la belleza arquitectónica de nuestra mansión se combina con la creatividad de renombrados equipos de producción para dar lugar a obras de arte cinematográficas.